Al
principio, los seres humanos tenían los mismos poderes que los dioses
pero eran tan vanidosos y orgullosos que se servían de ellos de
cualquier manera.
Por eso, un día, un grupo de sabios, decidió quitárselos aunque no sabían dónde esconderlos.
El
primer escondrijo que imaginaron fueron los océanos pero, después de
haber reflexionado, llegaron a la conclusión de que los seres humanos, a
pesar de todo, eran muy inteligentes y terminarían por encontrarlos.
Enseguida pensaron en lo más profundo de la Tierra pero creyeron que
allí también acabarían por descubrirlos. Entonces, pensaron ocultarlos
en el espacio aunque pronto llegaron a la conclusión de que allí también
los hallarían. Finalmente decidieron esconderlos en un lugar en el que
nadie pensaría ir a buscarlos: en lo más profundo de su corazón.
Desde
ese día, los seres humanos están buscando alguna cosa. Han cruzado
todos los océanos, horadado la Tierra, explorado el espacio pero el
único rincón donde jamás han pensado buscar es en lo más profundo de su
corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario