lunes, 30 de diciembre de 2013

EL soldado y la carta




Un soldado destacado en la Selva recibe una carta de su novia desde Lima, La carta decía lo siguiente: 
"Querido Luís: Ya no puedo continuar con esta relación. La distancia que nos separa es demasiado grande. Tengo que admitir que te he sido infiel tres veces desde que te fuiste y creo que ni tú ni yo nos merecemos esto, lo siento. 
Por favor devuélveme la foto que te envié. 
Con mucho amor, 
María" 
El soldado, muy herido, le pidió a todos sus compañeros del batallón que le regalaran fotos de sus novias, hermanas, amigas, tías, primas, etc. Junto con la foto de María incluyó todas esas otras fotos que había recolectado de sus amigos. Había 89 fotos en el 
sobre y una nota que decía: 
"María, 
Perdóname, pero no puedo recordar quien eres. Por favor, busca tu foto en el paquete y me devuelves el resto. 
Luis" 

Moraleja: 
Aún derrotado... hay que saber golpear al enemigo 

Sabanas



Una pareja de recién casados, se mudó para un barrio muy tranquilo. 
En la primera mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer reparó a través de la ventana que una vecina colgaba sábanas en el tendal. 
-¡Qué sábanas sucias está colgando para secar! 
-Está precisando de un jabón nuevo... ¡Si yo tuviera confianza con ella le preguntaría si quiere que yo le enseñe a lavar las ropas!- 
Algunos días después, nuevamente, durante el desayuno, la vecina colgaba sábanas y la mujer comentó con el marido: 
-¡Nuestra vecina continúa colgando las sábanas sucias! ¡Si tuviera confianzacon ella le preguntaría si quiere que yo le enseñe a lavar las ropas!- 
Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su discurso, mientras la vecina tendía sus ropasl. 
Había pasado un mes, la mujer se sorprendió al ver las sábanas siendo tendidas, y entusiasmada fue a decir al marido. 
-¡Mira, ella aprendió a lavar las ropas! ¿Será que la otra vecina le enseñó...? Porque yo no hice nada.- 
El marido calmosamente respondió: 
-¡No, hoy yo me levanté más temprano y lavé los vidrios de nuestra ventana! - 

Y así es. Todo depende de la ventana, a través de la cual observamos los hechos. Antes de criticar, verifiquemos si hicimos alguna cosa para contribuir. Aprendamos a ver nuestros propios defectos y limitaciones. 

El millonario y la piscina


Un millonario dueño de mansiones, yates y todo lo que se pueda imaginar, da una gran fiesta a muchos amigos y amigas.
En el medio de la fiesta, cuando todo era euforia y gran escandalo, el millonario con bastantes tragos encima, anuncia:
El que se lance a la piscina, logre cruzarla y salir vivo al otro lado, ganará todos mis carros y mis aviones... 
¿Alguien se atreve?
El silencio impera, y una vez mas, ofrece: El que se lance a la piscina, logre cruzarla y salir vivo al otro lado ganará todos mis carros, mis aviones y mis mansiones...... En este momento, alguien salta a la piscina. La escena es impresionante... Una lucha intensa, el hombre se defiende como puede, agarra la boca de los cocodrilos con pies y manos, tuerce la cola de los reptiles..... . DIOS MIO.Mucha violencia y emoción. Parecía una película de COCODRILO DUNDEE! 
Después de algunos minutos de terror y pánico, sale el valiente hombre, lleno de arañazos, hematomas y casi muerto. El millonario se aproxima, lo felicita y le pregunta: ¿Donde quiere que le entregue los carros?¿Gracias pero no quiero sus carros... Sorprendido, el millonario pregunta: Y los aviones, ¿donde quiere que se los entregue?
Gracias, pero no quiero sus aviones.... Extrañado por la reacción del hombre, el millonario pregunta: 
-¿Y las mansiones? Yo tengo una bella casa, no necesito de las suyas. Puede quedarse con ellas....No quiero nada que sea suyo... 
Impresionado, el millonario pregunta: Pero si Ud. no quiere nada de lo ofrecido, que quiere entonces? Y el hombre le respondió muy irritado: Encontrar al hijo de puta que me empujó a la piscina. 

Moraleja: Somos capaces de realizar muchas cosas que a veces ni nosotros mismos creemos.... pero necesitamos un empujoncito y en ciertos casos. hasta algún hijo de p......, es útil en nuestra vida. 

sábado, 28 de diciembre de 2013

La rosa y el sapo




Había una vez una rosa roja muy hermosa y bella. Se sentía de maravilla al saber que era la rosa mas bella del jardín. Sin embargo, se daba cuenta de que la gente la veía de lejos. Un dia se dió cuenta de que al lado de ella siempre había un sapo grande y oscuro y que era por eso que nadie se acercaba a verla de cerca. Indignada ante lo descubierto le ordenó al sapo que se fuera de inmediato; el sapo muy obediente dijo: 
-"Esta bien, si así lo quieres..." 
Poco tiempo despues el sapo pasó por donde estaba la rosa y se sorprendió al ver la rosa totalmente marchita, sin hojas y sin petalos. Le dijo entonces: 
-"Vaya que te ves muy mal. -¿Qué te pasó?" 
La rosa contestó 
-"Es que desde que te fuiste las hormigas me han comido día a día, y nunca pude volver a ser igual." 
El sapo solo contesto 
-"Claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la mas bella del jardín". 

Muchas veces despreciamos a los demás por creer que somos mas que ellos, mas bellos, mejores, simplemente que no nos "sirven" para nada. Nadie sobran en este mundo, todos tenemos algo especial, que hacer, algo que aprender de los demas o algo que enseñar, y nadie debe despreciar a nadie. No vaya a ser que esa persona nos haga un bien del cual ni siquiera estemos conscientes. 

No es bueno saberlo todo



En la escuela Pablito conversaba con un amigo, quien le cuenta las ventajas de hacerle creer a la gente que uno sabe algo y decide ponerlo en práctica. 
Se encuentra a su tío y le dice "Tío lo se TODO", su tío se pone blanco y le dice mira toma 10 euros y no se  lo digas a nadie. 
Al ver el éxito obtenido Pablito le dice lo mismo a su mamá "Mamá lo se TODO", la mamá le dice Jaimito, mira puedes jugar con tu Nintendo todo el día y no se lo digas nada a tu papá. La misma formula con su jefe "Papá lo se TODO", su papá se pone colorado y le dice a Pablito no se lo digas a tu madre toma 50 euros. 
Y pensó funcionara con gente que no sea de la familia?, lo intenta con el lechero "señor lechero lo se todo" y este le dice: " hijo ven a mis brazos " 

Moraleja: no es bueno saberlo todo

1000 perritos



" Se dice por ahí que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un perrito buscando refugio del sol logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa, el perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera; al terminar de subir las escaleras se topó con una puerta semi-abierta. 
Lentamente se adentró en el cuarto y para su sorpresa se dio cuenta que dentro de ese cuarto había 1000 perritos más observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos. El perrito de nuestra historia comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco, los 1000 perritos hicieron lo mismo; posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos, el perrito se quedó sorprendido al ver que los 1000 perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él. Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para si mismo: 
"Qué lugar tan agradable, voy a venir más seguido a visitarlo". 
Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró en el mismo cuarto, pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros 1000 perritos del cuarto se sintió amenazado ya que, a su parecer, lo estaban viendo de una manera agresiva, éste empezó a gruñir y obviamente vio como los 1000 perritos le gruñían a él. Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros 1000 perritos le ladraron también a él; cuando este perrito salió del cuarto pensó: 
"Qué lugar tan horrible es este, nunca mas volveré a entrar allí". 
En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía: 
"La casa de los 1000 espejos". 

viernes, 20 de diciembre de 2013

La zorra y la hormiga




Esto es una hormiga que va por el bosque y se encuentran un charco. Ante la imposibilidad de cruzarlo, espera por si pasa un animal que pueda llevarlas al otro lado. 
En esto que pasa una zorra que se ofrece cruzarla.La hormiguita que era muy pituca le dice a la zorra:
- "No, no voy a cruzar contigo porque tienes el pelaje sucio y asqueroso y me voy a ensuciar .
Cuando la zorra se va, divisa un par de pajitas y decide subirse en ellas, a modo de barca, para cruzar el charco. Cuando iba por la mitad del charco, un mal viento hizo que las pajitas se hundieran y la hormiguita cayó al agua. 

Moraleja: Mas vale una zorra sucia que dos pajas mal hechas. 

El viejo perro cazador



Hace muchos años, vivía un viejo perro de caza, cuya avanzada edad le había hecho perder gran parte de las facultades que lo adornaban en su juventud. Un día, mientras se encontraba en una jornada de caza junto a su amo, se topó con un hermoso jabalí, al que quiso atrapar para su dueño. Poniendo en ello todo su empeño, consiguió morderle una oreja, pero como su boca ya no era la de siempre, el animal consiguió escaparse.
Al escuchar el escándalo, su amo corrió hacia el lugar, encontrando únicamente al viejo perro. Enfadado porque hubiera dejado escapar a la pieza, comenzó a regañarle muy duramente.
El pobre perro, que no se merecía semejante regañina, le dijo:
-Querido amo mío, no creas que he dejado escapar a ese hermoso animal por gusto. He intentado retenerlo, al igual que hacía cuando era joven, pero por mucho que lo deseemos ambos, mis facultades no volverán a ser las mismas. Así que, en lugar de enfadarte conmigo porque me he hecho viejo, alégrate por todos esos años en los que te ayudaba sin descanso.

La Moraleja: respeta siempre a las personas mayores, que aunque ya no puedan realizar grandes proezas, dieron sus mejores años para darte a ti y a tu familia, una vida mejor.

EN LO MÁS PROFUNDO



Al principio, los seres humanos tenían los mismos poderes que los dioses pero eran tan vanidosos y orgullosos que se servían de ellos de cualquier manera.

Por eso, un día, un grupo de sabios, decidió quitárselos aunque no sabían dónde esconderlos.

El primer escondrijo que imaginaron fueron los océanos pero, después de haber reflexionado, llegaron a la conclusión de que los seres humanos, a pesar de todo, eran muy inteligentes y terminarían por encontrarlos. Enseguida pensaron en lo más profundo de la Tierra pero creyeron que allí también acabarían por descubrirlos. Entonces, pensaron ocultarlos en el espacio aunque pronto llegaron a la conclusión de que allí también los hallarían. Finalmente decidieron esconderlos en un lugar en el que nadie pensaría ir a buscarlos: en lo más profundo de su corazón.

Desde ese día, los seres humanos están buscando alguna cosa. Han cruzado todos los océanos, horadado la Tierra, explorado el espacio pero el único rincón donde jamás han pensado buscar es en lo más profundo de su corazón.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Media manta



Don Roque era ya un anciano cuando murió su esposa, durante largos años había trabajado con ahínco para sacar adelante a su familia. Su mayor deseo era ver a su hijo convertido en un hombre de bien, respetado por los demás, ya que para lograrlo dedicó su vida y su escasa fortuna. A los 70 años Don Roque se encontraba sin fuerzas, sin esperanzas, solo y lleno de recuerdos. Esperaba que su hijo, brillante profesionista, le ofreciera su apoyo y comprensión, pero veía pasar los días sin que este apareciera y decidió por primera vez en su vida pedir un favor a su hijo. Don Roque tocó la puerta de la casa donde vivía su hijo con su familia.
-¡Hola papá! ¡Me alegra verte por aquí!
- Ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo, además estoy cansado y viejo.
- Pues a nosotros, nos  gusta que vengas a visitarnos, ya sabes que ésta es tu casa.
- Gracias hijo, sabía que podía contar contigo, pero temía ser un estorbo.
- Entonces ¿no te molestaría que me quedara a vivir con vosotros?¡me siento tan solo!
-¿Quedarte a vivir aquí?, si…..claro..pero no se si estarías a gusto, tu sabes, la casa es pequeña mi esposa es muy especial...y luego los niños….
- Mira hijo, si te causo muchas molestias olvídalo, no te preocupes por mi, alguien me tenderá la mano.
- No padre no es eso, solo que….no se me ocurre dónde podrías dormir. No puedo sacar a nadie de su cuarto, mis hijos no me lo perdonarían….o solo que no te moleste dormir en el patio?
- Dormir en el patio esta bien.
- El hijo de Don Roque llamó a su hijo Luis de 12 años.
- Dime papá.
- Mira hijo, tu abuelo se quedará a vivir con nosotros. Tráele una manta para que se tape en la noche.
- Si con gusto….¿y donde va a dormir?
-En el patio, no quiere que nos incomodemos por su culpa.
Luis subió por la manta, tomó unas tijeras y la cortó en dos. En ese momento llegó su padre.
-¿Que haces Luis? ¿porque cortas la manta de tu abuelo?
- Sabes papá, estaba pensando.
-¿Pensando en que?
- En guardar la mitad de la manta para cuando tu seas viejo y vayas a vivir a mi casa. 

El contrabandista



Cuenta la historia que ya todos sabían que él era un contrabandista. Era incluso famoso por ello. Pero nadie nunca había logrado descubrirlo y mucho menos demostrarlo. Con frecuencia, cruzaba de la India a Pakistán a lomos de su burro, y los guar­dias, aun sospechando que contrabandeaba, no lograban obtener ninguna prueba de ello. Pasaron los años y el contrabandista, ya mayor de edad, se retiró a vivir tranquilamente a un pue­blo de la India. Un día, uno de los guardias se acerco hasta su casa y le dijo:
—Yo he dejado de ser guardia y tú de ser con­trabandista. Quiero pedirte un favor. Dime ahora qué contrabandeadas.
Y el hombre contestó:
—Burros.

El japonesito



Un niño japonesito llega a Estados Unidos y el papá lo inscribe en la escuela.
El primer día de clase, la maestra presenta a Susuki, hijo de un empresario japonés, a los chicos de sexto grado.
Luego la maestra les dice a los alumnos :
-"Hoy empecemos repasando un poco de historia de América del norte y del sur... ¿Quién dijo "Denme la libertad o denme la muerte"?
La clase se quedó callada, excepto Susuki:
- "Lo dijo Patrick Henry,1775"
-"Muy Bien!.
- ¿Quién dijo "el gobierno del pueblo para el pueblo, no debe desaparecer de la faz de la tierra"?
- De nuevo, ninguna respuesta de la clase, salvo Susuki:
- "Abraham Lincoln, 1863".
La maestra, asombrada, les dice: - "Chicos, debería darles vergüenza. Susuki que es nuevo en nuestro país, sabe más de nuestra historia que ustedes".
La maestra alcanza a escuchar un susurro:
"¡A la mierda con los malditos japoneses!".
¿Quién dijo eso?, preguntó la maestra.
Nuevamente Susuki levanta su mano y dice:
-"General Mc Arthur, 1942".
La clase queda muda y uno de los chicos alcanza a decir:
"Voy a vomitar".
La maestra trata de ver quién fue el irrespetuoso:
- "Ya basta. ¿quién dijo eso?
Y Susuki dice: -"George Bush padre, al Primer ministro japonés, 1991".
Uno de los alumnos, furioso, le grita al japonés desde el fondo:
-"Chupame ésta!".
Susuki, casi saltando en su silla, le dice a la maestra:
- "Bill Clinton a Mónica Lewinsky.- 1997" .
El que era el número uno de la clase gritó:
-"Estaba primero hasta que llego este japonés de mierda. "
Y Susuki Contesta: -"Mario Vargas Llosa - Elecciones peruanas, 1990".
La clase entra en un estado de histeria. La maestra se desmaya, cunde el caos. Mientras los chicos se arremolinan alrededor de la desvanecida maestra, uno de ellos -exclama:
"¡Mierda, la cagamos, ¿ y ahora cómo salimos de este desastre sin que den cuenta que fuimos nosotros?...
Y Susuki responde:
- "Cristina Fernández, Olivos, Buenos Aires, 2012

jueves, 28 de noviembre de 2013

3 Mujeres y un helado



Pablito estaba sentado en clase haciendo un master por internet cuando su profesora le dice
- Si hay cinco pájaros parados en un arbusto y le disparas a uno con una pistola, ¿cuántos pájaros quedarían -
Ninguno - replica Pablito- porque uno moriría y los otros cuatro saldrían volando.
- Bueno, la respuesta que estaba buscando era cuatro, pero me encanta tu manera de pensar.
Entonces Pablito escribe en su compu - Tengo una pregunta para usted, señorita. Si hay tres mujeres sentadas en un banco comiéndose un helado, la primera lo está lamiendo, la segunda lo está mordiendo y la tercera lo está chupando. ¿Cuál de ellas está casada
La profesora se sonroja y contesta tímidamente -Bueno, no estoy segura... Supongo que la que lo está chupando.
- No. La que está casada es la que lleva el anillo de bodas en el dedo, pero me encanta su manera de pensar...

Spaguetti



Un abogado mantiene un romance con su secretaria. Al poco tiempo ésta queda embarazada y el abogado, que no quiere que su esposa se entere, le da a esta una buena suma de dinero y le pide que se vaya a parir a Italia.
La secretaria pregunta: - "¿Cómo voy a hacerte saber cuando nazca el bebe?"
El abogado responde: - "Tan solo enviame una postal y escribe Spaghetti con salsa. No te preocupes, yo me encargaré de todos los gastos".
Pasan seis meses y una mañana la esposa del abogado lo llama al bufete exaltada: - "Querido, acabo de recibir el correo y hay una postal muy extraña de Italia. La verdad no entiendo qué significa".
El abogado, acongojado, contesta: - "Espera a que llegue a casa y te explico".
Cuando el hombre llega a casa y lee la postal cae al suelo fulminado por un infarto. Llega una ambulancia y se lo llevan. Ya en el Hospital, el médico jefe se queda a confortar a la esposa y le pregunta cuál ha sido el trauma que ha precipitado tal ataque cardíaco. Entonces la esposa recoge la postal y lee: "Spaghetti, Spaghetti, Spaghetti, Spaghetti, Spaghetti, tres con salchicha y albóndigas y dos con almejas" 

La zorra y el espino



Una zorra saltaba en el campo sobre unos monticulos de tierra y estuvo muy cerca de caerse. En el proximo monticulo viendo el peligro inminente y para evitar caerse se agarró a un espino, pero sus púas le hirieron las patas, y sintiendo el dolor que ellas le producían, le dijo al espino: 
- ¡Acudí a tí por tu ayuda, y me has herido! 
A lo que respondió el espino: 
- ¡Tu tienes la culpa, amiga, por agarrarte a mí, bien sabes lo bueno que soy para enganchar y herir a todo el mundo, y tú no eres la excepción! 

"Nunca pidas ayuda al que acostumbra a hacer el daño. "

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Cazando dos conejos



Un estudiante de artes marciales se aproximó a su maestro con una pregunta:
- "Me gustaría aumentar mi conocimiento de las artes marciales. Además de lo que aprendí con usted, me gustaría estudiar con otro profesor para poder aprender otro estilo. ¿Qué piensa de mi idea?".
- "El cazador que acecha dos conejos al mismo tiempo", respondió el maestro, "corre el riesgo de no poder atrapar a ninguno."

Experimento científico





1. Metes 20 monos en una habitación cerrada.
2. Cuelgas una banana del techo y pones una escalera para poder alcanzarla. Asegurándote que no exista ningún otro modo de alcanzar la banana que no sea subiendo por la escalera.
3. Instalas un sistema que haga caer una lluvia de agua helada en toda la habitación desde el techo cuando uno empiece a subir la escalera.
4. Los monos aprenden rápido que no es posible subir la escalera evitando el sistema de agua helada.
5. Luego, reemplaza uno de los 20 monos por uno nuevo. Inmediatamente, va a intentar subir la escalera para alcanzar la banana y sin entender porqué, será apaleado por los otros.
6. Reemplaza ahora uno de los viejos monos por otro nuevo. Entonces será apaleado también y el mono introducido justo antes que este será el que más fuerte le pegue.
7. Continua el proceso hasta cambiar a los 20 monos originales y que queden unicamente monos nuevos.
8. Ahora ninguno intentará subir la escalera, y más aún, si por cualquier razón a alguno se le ocurre pensarlo, este será masacrado por el resto de los monos. Y lo peor es que ninguno de los monos tendrá la menor idea del porque de la cosa.
Corolario: Es así como nace el funcionamiento y la cultura de una empresa.

Riqueza y pobreza





Una vez, un padre de una familia acaudalada llevó a su hijo a un viaje por el campo, con el firme propósito de que viera cuan pobre era la gente del campo que comprendiera el valor de las cosas y lo afortunados que eran ellos. 
Estuvieron por espacio de un día y una noche completos en la granja de una familia campesina muy humilde. 
Al concluir el viaje y de regreso a casa el padre le pregunta a su hijo: 
- ¿ Que te pareció el viaje? 
- !!Muy lindo papá!! 
- ¿Viste que tan pobre y necesitada puede ser la gente? 
- ¡ Si ¡ 
- ¿Y que aprendiste? 
- Vi que nosotros tenemos un perro en casa, y ellos tienen cuatro. Nosotros tenemos una piscina de 25 metros, ellos tienen un arroyo que no tiene fin. Nosotros tenemos lámparas importadas en el patio, ellos tienen miles de estrellas. Nuestro patio llega hasta el limite de la casa, el de ellos tiene todo el horizonte. Especialmente papá, vi que ellos tienen tiempo para conversar y convivir en familia. Tú y mamá tienen que trabajar todo el tiempo y casi nunca los veo y rara es la vez que charlan conmigo. 
Al terminar el relato, el padre se quedó mudo...y su hijo agregó: 
- Gracias papá, por enseñarme lo ricos que podríamos llegar a ser. 

martes, 19 de noviembre de 2013

Vivir como las flores




- Maestro, ¿qué debo hacer para no quedarme molesto? Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son indiferentes. Siento odio por aquellas que son mentirosas y sufro. 
- ¡Pues, vive como las flores!, advirtió el maestro. 
- Y ¿cómo es vivir como las flores?, preguntó el discípulo. 
- Pon atención a esas flores -continuó el maestro, señalando unos lirios 
que crecían en el jardín. Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas. Extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos. 
Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos. Y si no son tuyos, no hay motivo para molestarse...

Ejercita entonces, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera y perfuma la vida de los demás haciendo el bien. 
Ésto, es vivir como las flores. 

Atapar al ladrón




 Resulta que tengo un sueño muy liviano, y en una de esas  noches noté que había  alguien andando sigilosamente por el jardín de la casa. Me levanté silenciosamente y me quedé siguiendo los leves ruidos que venían de afuera, hasta ver una silueta pasando por la ventana del baño.
Como mi casa es muy segura, con rejas en las ventanas y trancas internas en las puertas, no me preocupé demasiado, pero está claro que no iba a dejar al ladrón ahí, contemplándolo tranquilamente.
Llamé bajito a la policía e informé la situación y di mi dirección.
Me  preguntaron si el ladrón estaba armado o si ya estaba dentro de la casa.
Aclaré que no y me dijeron que no había ningún móvil cerca para ayudar, pero que iban a mandar a alguien ni bien fuese posible.
Un minuto después llamé nuevamente y dije con voz calma:
- Hola, hace un rato llamé porque había alguien en mi jardín. No hay  necesidad de que se apuren. Yo ya maté al ladrón con un tiro de escopeta calibre 12, que tengo guardada para estas situaciones. ¡ La pucha! ¡El tiro hizo un desastre sobre el tipo!
Pasados menos de tres minutos, había en mi calle 5 autos de policía, un helicóptero, una unidad de rescate, un equipo de TV, y una hinchada de los de los derechos humanos que no se perderían esto por nada del mundo. 
Ellos agarraron al ladrón in fraganti, quien estaba mirando todo con cara de asombrado. Tal vez él estuviese pensando que era la casa del Jefe de  Policía.
En medio del tumulto, un comisario se aproximó y me dijo:
- Creí que había  dicho que había matado al ladrón.
Yo contesté:
- Creí que me habían dicho que no había nadie disponible.

El cucharón


Federico vivía, en un departamento con Karla. Ante los ojos de la familia de Federico, Karla solo compartía departamento con Federico... Nadie podía comprobar otra cosa. Un día, Federico invita a su madre a cenar una noche en su apartamento de soltero. Durante la cena la madre no pudo quitar su atención en lo hermosa que era Karla, la compañera de apartamento de su hijo. Durante mucho tiempo ella había tenido sospechas de que su hijo tenia relación con Karla y al verla, la sospecha no pudo sino acrecentarse. En el transcurso de la velada, mientras veía el modo en que los dos se comportaban, se pregunto si estaría acostándose. Leyendo a su madre el pensamiento Federico le dijo:
- Mamá, se lo que estas pensando, pero te aseguro que Karla y yo solo somos compañeros de apartamento.
Aproximadamente una semana después, Karla le comentó a Federico que desde el día en que su madre vino a cenar, no encontraba el cucharón grande de plata para servir la sopa. Federico contestó que, conociendo a su madre, dudaba que ella se lo hubiese llevado pero que le escribiría una nota, y que la dejaría en un lugar visible en la casa de su madre... En la puerta del refrigerador. Así que se sentó y escribió:
"Querida mamá: No estoy diciendo que tu tomaras el cucharón de plata servir salsas pero tampoco estoy diciendo que no lo hicieras, pero el hecho es que este ha desaparecido desde que tu viniste a cenar a mi departamento. Con todo cariño, Federico".
Unos días mas tarde, sobre su escritorio Federico encuentra una nota de su madre que decía:
"Querido hijo: No estoy diciéndote que te acuestas con Karla o que no te acuestas con Karla, pero el hecho es que si Karla se acostara en su propia cama, ya habría encontrado el cucharón de plata para servir sopa, que yo puse bajo sus sabanas. Con todo cariño, Mamá".

jueves, 14 de noviembre de 2013

Perseverancia



La historia dice que este hombre fracasó en los negocios y cayó en bancarrota en 1831. Fue derrotado para la Legislatura de 1832. 
Su prometida murió en 1835. 
Sufrió un colapso nervioso en 1836. 
Fue vencido en las elecciones de 1836 y en las parlamentarias de 1843,1846, 1848 y 1855. 
No tuvo éxito en su aspiración a la Vicepresidencia en 1856, y en 1858 fue derrotado en las elecciones para el Senado. 
Este hombre obstinado fue Abraham Lincoln, elegido presidente de Estados Unidos en 1860. 
La lección es muy sencilla: sólo se fracasa cuando se deja de intentar. 

Fidelidad


Un matrimonio bautizó con la palabra “Increíble” a su hijo, porque tenían la certeza que haría increíbles cosas a lo largo de su vida. 
Lo cierto es que, lejano a aquel mandato familiar, Increíble tuvo una vida equilibrada y tranquila. Se casó y fue fiel a su esposa durante setenta años. 
Los amigos le hacían todo tipo de bromas, porque su nombre no coincidía con su estilo de vida. 
Justo antes de morir, Increíble le pidió a su esposa que no pusiera su nombre en la lápida, para evitar cualquier tipo de bromas. 
Cuando murió, la mujer obedeció el pedido, y puso, humildemente: “Aquí yace un hombre que le fue fiel a su mujer durante setenta años”. 
Cuando la gente pasaba por ese lugar del cementerio, leían la placa y decían: “¡Increíble!” 

Consejo chino



Una vez un campesino chino, pobre y muy sabio, trabajaba la tierra duramente con su hijo. 
Un día el hijo le dijo: "Padre, ¡qué desgracia! Se nos ha ido el caballo." 
"¿Por qué le llamas desgracia? - respondió el padre, veremos lo que trae el 
tiempo..." 
A los pocos días el caballo regresó, acompañado de otro caballo. "¡Padre, qué suerte! - exclamó esta vez el muchacho, nuestro caballo ha traído otro caballo." 
"¿Por qué le llamas suerte? - repuso el padre, veamos qué nos trae el tiempo." 
En unos cuantos días más, el muchacho quiso montar el caballo nuevo, y éste, no acostumbrado al jinete, se enfurecio y lo arrojó al suelo. E muchacho se quebró una pierna. 
"Padre, qué desgracia! - exclamó ahora el muchacho - ¡Me he quebrado la pierna!" 
Y el padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentenció: 
"¿Por qué le llamas desgracia? Veamos lo que trae el tiempo!" 
El muchacho no se convencía de la filosofía del padre, sino que se quejaba en su cama. Pocos días después pasaron por la aldea los enviados del rey, buscando jóvenes para llevárselos a la guerra. Vinieron a la casa del anciano, pero como vieron al joven con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron de largo. 
El joven comprendió entonces que nunca hay que dar ni la desgracia ni la fortuna como absolutas, sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo, para ver si algo es malo o bueno. 

MORALEJA: la vida da tantas vueltas, y es tan paradójico su desarrollo, que lo malo se hace bueno, y lo bueno, malo. Lo mejor es esperar siempre el día de mañana, pero sobre todo confiar en que todo sucede con un propósito positivo para nuestras vidas. 

miércoles, 13 de noviembre de 2013

El maestro y un escorpión



Un maestro oriental, cuando vió como un escorpión se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua. 
Cuando lo hizo, el alacrán lo picó. Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó, y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. 
El maestro intentó sacarlo otra vez, y otra vez el escorpión lo picó. 
Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo: "Perdone... ¡pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?". 
El maestro respondió: "La naturaleza del escorpión es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar".
Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida. 

No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones. Algunos persiguen la felicidad,... otros la crean. 

Aprovechar una situacion desfavorable



Cuenta esta historia que un joven de la ciudad se fué al campo y le compró un burro a un viejo campesino, por $ 100. 
El campesino acordó entregarle el animal al día siguiente, pero al día siguiente el campesino le dijo: 
- Lo siento hijo, pero tengo malas noticias... el burro murió. 
- Bueno, entonces devuélvame mi dinero... 
- No puedo, ya lo he gastado… 
- Bien... da igual, entrégueme el burro... 
- Y ¿para qué?... ¿Qué va a hacer con él? 
- Lo voy a rifar. 
- ¡Estás loco! ¿Cómo vas a rifar un burro muerto? 
- Es que no voy a decir a nadie que está muerto, por supuesto. 
Un mes después de este suceso, se volvieron a encontrar el viejo vendedor y el joven comprador. 
-Que pasó con el Burro? 
- Lo rifé, vendí 500 rifas a $ 2.- y gané $998.- 
-¿Y nadie se quejó? 
- Sólo el ganador... pero a él le devolví sus $ 2. 

Este es un ejemplo de cómo convertir una situación desfavorable, en un éxito. 

Los Niños

                                                   


En una tarde nublada y fría, dos niños patinaban sin preocupación sobre una laguna congelada. De repente el hielo se rompió, y uno de ellos cayó al agua. El otro agarro una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas, hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron: “¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso, es imposible que haya podido quebrarlo con esa piedra y sus manos tan pequeñas...”
En ese instante apareció un abuelo y, con una sonrisa, dijo:
—Yo sé cómo lo hizo.
— ¿Cómo? —le preguntaron.
—No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.

"Si lo puedes imaginar, lo puedes lograr". 

martes, 12 de noviembre de 2013

Respetar las opiniones



Un hombre estaba poniendo flores en la tumba de un pariente, cuando ve a un japones poniendo un plato de arroz en la tumba vecina. El hombre se dirige al japones , y le pregunta: 
- Disculpe señor, pero ¿cree usted que de verdad el difunto comerá el arroz? 
- Si, respondió el japones... Cuando el suyo venga a oler sus FLORES. 


Respetar las opciones del otro, es una de las mayores virtudes que un ser humano puede tener. Las personas son diferentes, actúan diferente y piensan diferente. No juzgues............ Solamente COMPRENDE 

La carreta vacía



Caminaba con mi padre, cuando se detuvo en una curva y, después de un pequeño silencio, me preguntó:
- ¿Oyes algo más, que el cantar de los pájaros?
Agudicé mis oídos y algunos segundos después, le respondí:
- Sí, es el ruido de una carreta.
- Éso es, - me dijo. - Es una carreta vacía.
Pregunté a mi padre:- ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la hemos visto?
Entonces, otra vez mas, me mostró su sabiduría:
- Es muy fácil darse cuenta: "Cuánto mas vacía está la carreta, mayor es el ruido que hace".

Me convertí en adulto y hasta hoy, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y tratando con superioridad a los demás... O a aquellos, que no pueden estar, sin el estímulo de parlantes o de un televisor, que impiden todo tipo de diálogo, tengo la impresión de oir la voz de mi padre diciendo:- "Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace" Y a la vez : "cuánto se regocija el corazón, cuando vemos pasar una carreta repleta de carga preciosa... Silenciosa... Plena

El árbol generoso


Había una vez un árbol... Y el árbol amaba a un niño... Y el muchacho venía todos los días y cogía sus hojas. Y con ellas hacía coronas e imaginaba ser el rey del bosque... Y trepaba por el tronco... Y se colgaba de sus ramas... Y comía manzanas... Y jugaba al escondite... Y cuando se cansaba se dormía a la sombra... Y el muchacho amaba muchísimo al árbol... Y el árbol era feliz...
Pero el tiempo pasaba... Y el muchacho crecía... Y el árbol, con frecuencia, estaba sólo...
Un día, el muchacho se acercó al árbol, y éste le dijo:— Ven, muchacho, trepa por mi tronco y colúmpiate en mis ramas y come manzanas y juega a mi sombra y sé feliz...— Soy demasiado grande para trepar y jugar —dijo el muchacho—. Necesito dinero. ¿Puedes darme un poco de dinero?— Lo siento —dijo el árbol—, pero no tengo dinero. Sólo tengo unas hojas y manzanas. Coge las manzanas, muchacho, y véndelas en el mercado de la ciudad. Entonces tendrás dinero y serás feliz...
En seguida el muchacho subió al árbol, cogió sus manzanas y se las llevó. Y el árbol fue feliz... Y el muchacho se alejó. Se fue muy lejos sin poder ver al árbol... Y el árbol estaba triste...
Y un buen día, el muchacho volvió... Y el árbol se estremeció de alegría y dijo— Ven, muchacho, y trepa por mi tronco y colúmpiate en mis ramas y... se feliz.— Estoy demasiado atareado —dijo el muchacho— para trepar por tu tronco. Necesito una casa para cobijarme. Necesito calor como el comer. Quiero una esposa, quiero tener hijos y por eso necesito una casa.— Yo no tengo casa —dijo el árbol—. El bosque es mi casa. Pero tú puedes cortar mis ramas y construir una casa. Entonces serás feliz...
Y el muchacho cortó sus ramas... Las llevó para construir una casa... Y el árbol era feliz... Y el muchacho se fue lejos y no pudo ver al árbol por mucho tiempo...
Y cuando el muchacho regresó..., el árbol no podía ni hablar, embargado por la emoción.— Ven, muchacho —balbuceó—, ven a jugar.—Soy demasiado viejo y asediado por la tristeza para jugar —dijo el muchacho—. Necesito un barco que me lleve muy lejos de aquí. ¿Me puedes dar un barco?— Corta mi tronco y fabrica un barco —dijo el árbol—. Luego podrás navegar hasta playas lejanas... y serás feliz...
Y el árbol era feliz..., aunque no enteramente... Le faltaba compañía... Y después de mucho tiempo..., el muchacho regresó de nuevo.— Lo siento, muchacho —dijo el árbol— pero no me queda nada... Mis manzanas desaparecieron.— Mis dientes son demasiado débiles para comer manzanas —dijo el muchacho—.— Mis ramas... han desaparecido —dijo el árbol—. Ya no puedes columpiarte en ellas.— Soy demasiado viejo para columpiarme en ellas—dijo el muchacho—.—Mi tronco ha desaparecido —dijo el árbol—. Ya no puedes trepar.— Estoy demasiado cansado para trepar —dijo el muchacho—.— Lo siento—sollozó el árbol—. Quisiera darte algo... Pero ya no me queda nada. Sólo un tronco. Lo siento...
— Ahora necesito muy pocas cosas —dijo el muchacho—. Sólo un lugar tranquilo para sentarme y descansar... Estoy demasiado cansado...— Bueno —dijo el árbol enderezándose todo lo que pudo con gran esfuerzo—.— Bueno, siéntate. Un viejo tronco sólo sirve para asiento y descanso... Ven, siéntate.
Y el muchacho lo hizo... Y el árbol era feliz, feliz, feliz.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Los dos hombres y la chimenea



-Maestro - preguntó un hombre - quiero aprender de tu sabiduría. Me gustaría poder tomar la decisión adecuada en cada momento. ¿Qué debo hacer? ¿Por donde debo empezar?
En lugar de contestar, el sabio le formuló una pregunta:
- De una chimenea salen dos hombres. Uno con la cara tiznada y el otro con la cara limpia, ¿cuál de los dos irá a lavarse?
- Es evidente -dijo el hombre, sin pensarlo demasiado- que se lava la cara el que la tiene sucia.
- ¡En absoluto! –dijo, entonces, el sabio. ¡El que está limpio! Pues, éste, al ver al compañero sucio enfrente de él, se dice: “Ya que está sucio, yo también debo estarlo. Por lo tanto, tengo necesidad de ir a lavarme”. Mientras que el que está sucio, al ver a su compañero limpio, se dice: “Puesto que él está limpio, yo también debo estarlo. Por tanto no es necesario que vaya a lavarme”.
No siempre lo evidente acerca a la actitud adecuada. Ve a casa y piensa.
El hombre se fue y regresó a los quince días. Entonces le dijo al sabio:
- ¡Qué estúpido fui! Tenías razón. El que se lava la cara es el que la tiene limpia.
- En absoluto –contestó el sabio. ¡El que está sucio! Pues éste, al ver sus manos llenas de hollín, se dice: “¡Estoy sucio! Tengo que ir a lavarme”. Mientras que el que está limpio, al ver sus manos limpias, se dice: “Como no estoy sucio no tengo necesidad de lavarme...”.
La inteligencia y la lógica no siempre pueden darte una evaluación sensata de una situación. Sigue pensando.
El hombre regresó a su casa y pasados quince días volvió:
- ¡Ya sé, maestro! Los dos se lavan la cara. El que tiene la cara limpia, al ver que el otro la tiene sucia, cree que la suya está sucia y se lava; y el que la tiene sucia, al ver que el otro se lava la cara después de verlo, comprende que la tiene sucia y también se la lava.
El sabio hizo una pausa y luego añadió:
-No siempre la analogía y la similitud te servirán para llegar a la evaluación correcta si no es de una manera fortuita.
-No entiendo –dijo, desalentado, el hombre.
El sabio lo miró atentamente y le dijo:
-¿Cómo puede ser que dos hombres bajen por la misma chimenea y uno salga con la cara sucia y el otro con la cara limpia? Los dos, forzosamente, tienen que tener la cara sucia.
Cuando un problema está mal planteado, todas las soluciones son falsas.

Zanahoria, huevo o café



Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra.
La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro plato. Finalmente, coló el café y lo puso en un tercer recipiente.
Mirando a su hija le dijo: "Querida, ¿qué ves?" -"Zanahorias, huevos y café" fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.
Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa esto, padre?" Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido; pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café sin embargo eran únicos; después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.
"¿Cual eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?
¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero ¿eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido?
¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tú reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.
Y tú, ¿cual de los tres eres?

El papel arrugado



Mi carácter impulsivo, cuando era niño me hacia reventar en cólera a la menor provocación, la mayoría de las veces después de uno de éstos incidentes, me sentía avergonzado y me esforzaba por consolar a quien había dañado.
Un día mi maestro, que me vio dando excusas después de una explosión de ira, me llevó al salón y me entregó una hoja de papel lisa y me dijo:- ¡Estrújalo!
Asombrado obedecí e hice con él una bolita.- Ahora -volvió a decirme- déjalo como estaba antes.
Por supuesto que no pude dejarlo como estaba, por más que traté el papel quedó lleno de pliegues y arrugas.
El corazón de las personas -me dijo- es como ese papel... La impresión que en ellos dejas, será tan difícil de borrar como esas arrugas y esos pliegues.
Así aprendí a ser más comprensivo y paciente. Cuando siento ganas de estallar, recuerdo ese papel arrugado.La impresión que dejamos en los demás es imposible de borrar...Más cuando lastimamos con nuestras reacciones o con nuestras palabras... Luego queremos enmendar el error pero ya es tarde.
Alguien dijo alguna vez "Habla cuando tus palabras sean tan suaves como el silencio". Por impulso, no nos controlamos, y sin pensar, arrojamos en la cara del otro palabras llenas de odio o rencor y luego cuando pensamos en ello nos arrepentimos. Pero no podemos dar marcha atrás, no podemos borrar lo que quedó grabado en el otro.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

El paquete con las gafas



Un amigo mío fue a Madrid, sabiendo que su novia necesitaba unas gafas porque se las había roto unas noches antes en el cine. Al pasar por unos grandes almacenes se decidió a entrar y le compró unas.
La dependienta se las envolvió y él pagó la cuenta, pero, al marcharse, en lugar de coger el paquete con las gafas, cogió uno parecido que había al lado y que contenía unas bragas que seguramente alguna clienta de las que allí había acababa de comprar.
Mi amigo no se dió cuenta de la equivocaciópn y desde allí se fue a Correos y le envió la caja a su novia junto con una carta. La chica recibió el paquete y quedó perpleja por el contenido, de manera que leyó la carta, que decía:
"Querida mía:
Espero que te guste el regalo que te envío, sobre todo por la falta que te hacen, ya que las tuyas las rompi hace poco en el cine. Además llevabas ya mucho tiempo con las que tenías y éstas son cosas que se tienen que cambiar de vez en cuando.
También espero que haya acertado con el diseño. La dependienta me dijo que eran la última moda y me enseño las suyas, que eran iguales. Entonces yo, para ver si eran ligeras, cogí y me las puse allí mismo. No sabes cómo se rió la dependienta, porque estos modelos para chicas quedan muy graciosos en los hombres, y más a mí, que ya sabes que tengo unos rasgos muy alargados.
Una muchacha que había allí me las pidió, se quitó las suyas y se las puso para que yo viera el efecto que hacían, y he de reconocer que le quedaban muy bien, así que me decidí y las compré, con la esperanza de vértelas puestas bien pronto.
Usalas y enséñaselas a tus padres, a tus hermanos y, en fin, a todo el mundo, a ver que dicen. Al principio te sentirás muy rara, acostumbrada a ir con las viejas, y más ahora que has estado tanto tiempo sin llevar ningunas. Si te están muy pequeñas me lo dices, que si no te van a dejar señal cuando te las quites para ir por la calle y todo el mundo va a notar que las tienes. Ten también cuidado que no te estén grandes, no sea que vayas andando y se te caigan. Llévalas con cuidado, no vayas a romperlas y, sobre todo, no vayas a dejártelas por ahí y las pierdas, que tienes la costumbre de llevarlas en la mano para que todos vean tus encantos.
En fin, para qué te voy a pedir nada más; sólo te digo que estoy deseando vértelas puestas y que te las quites la próxima vez que vayamos al cine.
Este es el mejor regalo que podría hacerte, cariño".

El leñador tenaz



Había una vez un leñador que se presentó a trabajar en una maderera. El sueldo era bueno y las condiciones de trabajo mejores aún; así que un leñador se decidió a hacer buen papel.
El primer día se presentó al capataz, quien le dio un hacha y le designó una zona.El hombre entusiasmado salió al bosque a talar. En un solo día cortó dieciocho árboles.
— Te felicito – dijo el capataz — sigue así.
Animado por las palabras del capataz, un leñador se decidió a mejorar su propio record; así que esa noche se acostó bien temprano. Por la mañana se levantó antes que nadie y se fue al bosque. A pesar de todo el empeño, no consiguió cortar más que quince árboles.
— Me debo haber cansado – pensó y decidió acostarse con la puesta del sol.
Al amanecer, se levantó decidido a batir su marca de dieciocho árboles. Sin embargo, ese día no llegó ni a la mitad. Al día siguiente fueron siete, luego cinco y el último día estuvo toda la tarde tratando de cortar su segundo árbol.
Inquieto por lo que pensaría del capataz, un leñador se acercó a contarle lo que le estaba pasando y a jurarle y perjurarle que se esforzaba al límite de desfallecer. El capataz le preguntó:
— ¿cuanto hace que no afilas tu hacha?— ¿afilar? No he tenido tiempo de afilarla, he estado muy ocupado cortando árboles.

¿Dónde está la felicidad?


Al principio de los tiempos se reunieron varios demonios para hacer una travesura.Uno propuso:
-Tendríamos que robar algo a los hombres. El problema es: ¿qué les robamos?.
Tras pensarlo mucho, uno dijo:
-¡Ya lo sé! Les robaremos la felicidad. Pero el problema está en dónde esconderla para que no la puedan recuperar....
Uno opinó:
- Podríamos esconderla en la cumbre de la montaña más alta.
Pero inmediatamente, otro replicó:
- No, recuerda que tienen fuerza. Alguna vez alguien puede subir y encontrarla. Si uno la encuentra, enseguida todos sabrán dónde está....
Inmediatamente otro propuso:- Vamos a esconderla en el fondo del mar....
Pero acto seguido le replicaron:
- No, recuerda que son curiosos. Alguna vez alguien llegará a construir un aparato para poder bajar y la podrá encontrar....
Y todavía otro dijo.
- Escondámosla en un planeta bien alejado de la Tierra.
Y le respondieron todos:- No, recuerda que son inteligentes, y cualquier día habrá alguien que construirá una nave que pueda viajar y descubrirla. Y entonces, todos tendrán la felicidad...
El último de ellos era un demonio que hasta aquel momento había estado callado escuchando atentamente cada una de las propuestas de los otros. Tras hacer un análisis de cada una, propuso:
- Creo saber dónde ponerla para que realmente nadie nunca la encuentre.
Los demás, sorprendidos, le dijeron a coro:
- ¿Dónde?.
El demonio respondió:
- La esconderemos dentro de ellos mismos. Estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán.
Todos reconocieron que tenía razón y estuvieron de acuerdo. Y, desde entonces, ha sido así: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad por todas partes sin darse cuenta que la lleva escondida dentro de sí mismo.

martes, 5 de noviembre de 2013

Las dos ranas


Dos ranas saltaron dentro de un cubo de nata en una lechería.
-Más vale que nos demos por vencidas –croó una de ellas mientras se esforzaba en vano por salir. Estamos perdidas.
-Sigue nadando –dijo la otra. Saldremos de alguna manera.
-Es inútil –chilló la primera. Es demasiado espeso para nadar, demasiado blando para saltar y demasiado resbaladizo para arrastrarse. Como de todas maneras hemos de morir algún día, mejor que sea esta noche.
Así que dejó de nadar y pereció ahogada.
Su amiga siguió nadando y nadando sin rendirse. Y al amanecer se encontró sobre un bloque de mantequilla que ella misma había batido. Y allí estaba, sonriente, comiéndose las moscas que acudían en bandadas de todas las direcciones.

Los tres filtros



Un discípulo llegó muy agitado a la casa de Sócrates y empezó a hablar de esta manera:
- “¡Maestro! Quiero contarte cómo un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia...”
Sócrates lo interrumpió diciendo: -“¡Espera! ¿Ya hiciste pasar a través de los Tres Filtros lo que me vas a decir?
-“¿Los Tres Filtros...?”
-“Sí” - replicó Sócrates. El primer filtro es la VERDAD. –“¿Ya examinaste cuidadosamente si lo que me quieres decir es verdadero en todos sus puntos?”
-“No... lo oí decir a unos vecinos...”
-“Pero al menos lo habrás hecho pasar por el segundo Filtro, que es la BONDAD: ¿Lo que me quieres decir es por lo menos bueno?”
-“No, en realidad no... al contrario...”
-“¡Ah!” - interrumpió Sócrates.- “Entonces vamos al último Filtro. ¿Es NECESARIO que me cuentes eso?”
- “Para ser sincero, no.... Necesario no es.”
- “Entonces -sonrió el sabio- Si no es verdadero, ni bueno, ni necesario... sepultémoslo en el olvido...”

La carta del suicida



Junto al cadáver de un suicida se encontró una carta explicatoria diciendo:
Sr. Juez: No culpe a nadie de mi muerte, me quito la vida porque dos días más que viviese no sabría quién soy en este mar de lágrimas, y sería mucho martirio. Verá Ud... Sr. juez.
Tuve la desgracia de casarme con una viuda, ésta tenía una hija, de haberlo sabido, nunca lo hubiera hecho.
Mi padre, para mayor desgracia era viudo, se enamoró y se casó con la hija de mi mujer, de manera que mi mujer era suegra de su suegro, mi hijastra se convirtió en mi madre y mi padre al mismo tiempo era mi yerno.
Al poco tiempo mi madrastra trajo al mundo un varón, que era mi hermano, pero era nieto de mi mujer de manera que yo era abuelo de mi hermano.
Con el correr del tiempo mi mujer trajo al mundo un varón que, como era hermano de mi madre, era cuñado de mi padre, y tío de sus hijos.
Mi mujer era suegra de su hija, yo soy, en cambio padre de mi madre, y mi padre y su mujer son mis hijos; además, yo soy mi propio abuelo.
Sr. juez: Me despido del mundo porque no sé quien soy.
El cadáver.